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La organización de envío Jesuit Volunteers existe desde hace 35 años. Hasta ahora, la organización ha enviado a unos 100 voluntarios y voluntarias con el programa weltwärts. Las personas interesadas no envían su candidatura para un país concreto, sino para el programa. En la entrevista, la organización se presenta a sí misma y a su programa de voluntariado y nos cuenta qué buscan a la hora de seleccionar un voluntario o una voluntaria.
Jesuit Volunteers: Se nos reconoció como organización de envío para el programa weltwärts en enero de 2009.
Jesuit Volunteers: El programa weltwärts nos ofrece la oportunidad de conocer de cerca a otras personas y culturas, de adquirir experiencias interculturales y de aprovechar los impulsos recibidos una vez de regreso en Alemania en pos de un mundo más justo.
Jesuit Volunteers: Cada año enviamos, por lo general, entre 8 y 13 voluntarios y voluntarias con el programa weltwärts. En los últimos años, solo fueron dos voluntarios al año debido a la pandemia de COVID-19, pero queremos volver a enviar entre 10 y 12 voluntarios con weltwärts a partir del verano de 2023.
Jesuit Volunteers: Para nosotros es muy importante que nuestros voluntarios tengan una actitud positiva, tolerancia, apertura a otras culturas y temas, flexibilidad y la voluntad de aprender otra lengua extranjera.
En los últimos años, el tema de la inclusión también ha cobrado importancia para nosotros: también estamos encantados de recibir solicitudes de personas con cualquier tipo de discapacidad.
Jesuit Volunteers: Agradecemos cuando la solicitud nos permite hacernos una primera idea de quién es usted y nos revela qué le motiva a realizar un servicio de voluntariado. Háblenos de sus intereses, aficiones y deseos. Quizá sea musical, quizá deportista, quizá ya tenga experiencia trabajando con refugiados, niños o personas mayores. Es una gran oportunidad para involucrarse con sus propios talentos. Y otro aspecto muy importante: ¡sea usted mismo o usted misma!
Jesuit Volunteers: Trabajamos diferentes bloques temáticos como la pobreza, la (in)justicia y la competencia intercultural, que luego se viven “en la práctica” durante el servicio de voluntariado.
También es una experiencia enriquecedora el hecho de crearse una comunidad y un vínculo con el grupo de voluntarios y voluntarias, cuyo efecto se hace notar ya durante el servicio de voluntariado y perdura en el tiempo.
Jesuit Volunteers: Sarah Lechler y Rossemary Brückner-Hospedales trabajan como asesoras técnicas para Jesuit-Volunteers. Acompañan a los voluntarios y voluntarias durante su preparación y asignación. También son responsables de los seminarios. Theresia Lorbach, como asistente del equipo, es responsable del área de administración, que incluye, entre otras cosas, la gestión financiera con weltwärts, pero también el trabajo de relaciones públicas de nuestro programa de voluntariado. El jesuita Padre Trieu Nguyen SJ es el responsable del trabajo con los voluntarios y voluntarias retornadas.
Jesuit Volunteers: En nuestra organización, luestros voluntarios y voluntarias disfrutan de una preparación y un apoyo intensivos. Los seminarios de preparación duran 15 días y son concebidos y dirigidos por nuestras dos asesoras técnicas Sarah Lechler y Rossemary Brückner-Hospedales. Durante la asignación en el extranjero, los voluntarios y voluntarias son acompañados por la contraparte del proyecto y un mentor in situ. Además, cada seis semanas aproximadamente se celebra una reunión de acompañamiento con la asesora técnica responsable de Jesuit Volunteers. De ser necesario, estas reuniones pueden celebrarse con mayor frecuencia. El crecimiento personal de cada voluntario y voluntaria es importante para nosotros y a todos nos apasiona weltwärts y su labor por el mundo.
Jesuit Volunteers: Los seminarios para los voluntarios y voluntarias retornadas son experiencias muy especiales para nosotros. Tras un año en servicio, nos reencontramos y compartimos las muchas experiencias y "tesoros" adquiridos durante la asignación. Las aportaciones culinarias durante el seminario, los nuevos hábitos adquiridos o los voluntarios y voluntarias que ya no recuerdan cómo se dice una palabra en alemán, pero sí en español, pueden ser muy entretenidos e incluso divertidos, pero también muestran hasta qué punto los voluntarios y voluntarias se han sumergido en otro país y otra cultura. ¡Es emocionante e incluso conmovedor verlo una y otra vez!