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weltwärts
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Un cielo gris y encapotado, lúgubres construcciones de hormigón en el aeropuerto y calles desiertas a unos húmedos 5 °C. ¿Es eso lo que cabe esperar de las primeras horas tras mi retorno a Alemania, después las hospitalarias, estrechas y familiares amistades que he hecho durante mis ocho meses en India? ¿O más bien a mis amigos y amigas, que vinieron a recogerme a la terminal radiantes de felicidad? ¿O a mi familia, que me sorprendió ilusionada en casa con un gran desayuno sobre la mesa?
Los primeros días y semanas fueron esenciales de cara a determinar qué me traería y conservaría conmigo de mi servicio de voluntariado. Cómo lo vería en el contexto de mi vida posterior en Alemania, y con qué intensidad me involucraría en temas de desarrollo. Al igual que la mayoría, presté mi servicio de voluntariado justo después de la etapa escolar. Y dado que, tras el retorno, no siempre se inicia inmediatamente una formación profesional o unos estudios universitarios, no tarda en surgir la pregunta: ¿y ahora qué?
Justo después del retorno, mi propio país me resultaba extraño. Al mismo tiempo, me encontraba desorientado ante mi vida pasada. En el esfuerzo de reintegración, mis amigos, amigas y familiares fueron mis principales apoyos. Me hacían sentir valioso, y a menudo me apoyaron a la hora de tomar decisiones difíciles. Sin embargo, la familia y las amistades apenas se hacen una idea de lo difícil que puede ser volver a encontrar en Alemania su lugar de origen.
Analizar con los voluntarios y voluntarias retornados los problemas, las experiencias, las perspectivas y las oportunidades suele ayudar, aporta nuevas ideas y tiene un efecto enormemente equilibrador e inspirador.
Mientras prestaba el servicio de voluntariado, llegué identificarme, al cabo de un tiempo, con una estructura de tareas casi siempre bien definida. Ahora, de pronto, me veo solo ante retos y decisiones que determinarán el resto de mi vida. Justo en este punto es donde ha demostrado ser provechoso conectarse en red con otros voluntarios y voluntarias y con la organización de intercambio: analizar con los voluntarios y voluntarias retornados los problemas, las experiencias, las perspectivas y las oportunidades suele ayudar, aporta nuevas ideas y tiene un efecto enormemente equilibrador e inspirador.
Nosotros, los antiguos voluntarios y voluntarias, debemos utilizar nuestra mirada crítica y nuestra voluntad de construir para sensibilizar a las demás personas en cuestiones de desarrollo y contribuir a que el mundo sea un poco mejor.
Hasta qué punto son compatibles la vida y los hábitos anteriores a weltwärts con las experiencias acumuladas durante el servicio de voluntariado, y qué conclusiones extrae de ello cada persona, sigue siendo en última instancia una decisión puramente individual. Evidentemente, las contradicciones son inevitables. Pero quien afirme que con el retorno y la finalización del servicio en sí termina todo, se equivoca de lleno. El programa weltwärts se concibe como un programa de aprendizaje e intercambio global, y tiene, además, el propósito de que los voluntarios y voluntarias vuelquen el espíritu y las experiencias del periodo activo en un compromiso en materia de desarrollo en Alemania. Nosotros, los antiguos voluntarios y voluntarias, debemos utilizar nuestra mirada crítica y nuestra voluntad de construir para sensibilizar a las demás personas en cuestiones de desarrollo y contribuir a que el mundo sea un poco mejor.
De Nina Wiedemann y Vincent Gstettenbauer