¡Alemania tiene un problema de racismo!

Makda Isak prestó su servicio de voluntariado en Tanzania entre 2012 y 2013, y actualmente estudia Sociología en Fráncfort. Desde 2015 Makda está comprometida con Weltwärts in Color. En torno a esta iniciativa se reúnen voluntarios y voluntarias que experimentan discriminación racista. El nombre Weltwärts in Color (weltwärts en color) se deriva de la expresión «personas de color», una autodenominación empleada por personas que son vistas como no blancas por la mayoría social blanca, y que, por ende, no disfrutan de muchos de los privilegios de la mayoría social.

Una joven con un trozo de papel en la mano. Está parada frente a un televisor de pantalla grande.
Desde 2015 Makda está comprometida con Weltwärts in Color

Preguntas

Ustedes han creado la iniciativa Weltwärts in Color porque experimentan el racismo en su día a día en Alemania. Una y otra vez se utiliza la expresión «racismo cotidiano». ¿Qué es esto exactamente?

Makda Isak: El racismo cotidiano se produce a menudo de forma no intencionada. Por ejemplo, cuando la gente que conozco en algún lugar no están dispuestos bajo ningún concepto a admitir que soy alemana. El racismo cotidiano es sutil. Se manifiesta en comentarios aparentemente inocuos como «Tú no eres de aquí, ¿verdad?» o «¿Cuánto tiempo llevas en Alemania?». ¡Yo nací aquí! Suele ser difícil articular estas experiencias e identificar el racismo que conllevan.

El racismo cotidiano a menudo ocurre sin intención.

¿Por qué han decido unirse precisamente como antiguos voluntarios y voluntarias de color?

Makda Isak: En los seminarios de seguimiento se trata también el racismo. Pero, muchas veces, el tema se despacha en una sola tarde. La metodología suele consistir en concienciar a las personas blancas de su blanquitud. Nadie ha pensado en que también hay «personas de color» en la sala. Entonces puede ocurrir que los y las participantes de color sean abordados en clave racista. Por ejemplo, cuando, a la pregunta «¿qué significa para ti ser alemán?», la gente responde cosas como «tener antepasados alemanes» o «tener la piel blanca». Con esto se está perpetuando también en los seminarios la discriminación existente en la sociedad.

Muchos monitores y monitoras no saben cómo manejar esta cuestión; el incidente transcurre sin que se escuche a las personas discriminadas. Por el contrario, se toma partido por las personas de color blanco  confusa que deberían poner seriamente en duda sus privilegios. Y ello, pese a que se han lastimado los sentimientos de la People of Color y son estas personas las que se ven  marginadas. Nosotras promovemos espacios de empowerment en los que poder refugiarnos.

Durante una reunión, los voluntarios se sientan juntos en una mesa y hablan entre ellos. Una voluntaria está delante y hace una presentación.
Get Together

¿A qué nos referimos exactamente con empowerment?

Makda Isak: Podría traducirse como «autoempoderamiento». Necesito un lugar en el que poder contar mis experiencias sin que nadie las cuestione. Con el apoyo de otras personas, resulta más fácil sobreponerse a la situación y decir: «Yo no tengo la culpa de que se me esté discriminando». A continuación, me hago la pregunta: «¿En qué situaciones puedo y quiero actuar contra el racismo?».

No tienes que hablar directamente con quienes te han discriminado: incluso una llamada a una amiga puede ser un alivio. Algo que me parece importante es denunciar estos casos ante las oficinas antidiscriminación. Solamente si documentamos el racismo podrá aumentar la consciencia que la sociedad tiene de este.

¿Qué le pides a las personas que ostentan responsabilidad política?

Makda Isak: Antes que nada, deben admitir que Alemania tiene un problema de racismo. Con demasiada frecuencia, el racismo se achaca únicamente a los skinheads o al AfD (partido alemán de ideología ultraderechista), no a la abuela o a los compañeros de clase que, por ejemplo, votan al SPD (partido socialdemócrata alemán). Un paso importante sería incorporar la labor educativa antirracista a los planes de estudios escolares.

Solamente si documentamos el racismo podrá aumentar la consciencia que la sociedad tiene de este.

¿Y en el programa weltwärts? ¿Ha habido algún cambio a este respecto en los últimos años?

Makda Isak: Algunas organizaciones son conscientes del problema. Nos piden que brindemos apoyo a voluntarios y voluntarias de color en seminarios. En la planificación, casi nunca se tiene en cuenta que también participan personas de color. Ahí notamos una y otra vez que es urgente sensibilizar a los formadores y formadoras.

El programa weltwärts suele presentarse como un intercambio. En la práctica, se trata de que jóvenes de Alemania viajen a países del Sur global para apoyar proyectos allá. Es positivo que, desde hace algunos años, también las personas del Sur global tengan la posibilidad de prestar un servicio de voluntariado en Alemania. Pero, lamentablemente, ese intercambio a veces fracasa porque a estas personas se les deniega el visado. Por lo tanto, el racismo dentro del programa weltwärts no afecta solamente a las personas de color de Alemania, sino también a los voluntarios y voluntarias del Sur global.

Birte Mensing formuló las preguntas para la revista mitten.drin I freiwilligenmagazin.de

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