Aplicando los aprendizajes del servicio de voluntariado
Empezando por Alemania
Cuando supe que, con ASTOVOT y la asociación Internationale Jugendgemeinschaftsdienste (ijgd), tenía la posibilidad de prestar un servicio de voluntariado en Alemania, me entusiasmé y presenté mi solicitud inmediatamente. Sin dudarlo, me decanté por el jardín de infancia bilingüe Kinderinsel / L’île aux enfants, en Berlín. Allí asistí a los educadores y educadoras, y pude vivir el desarrollo de los niños y niñas a lo largo de todo un año. Mis experiencias previas me ayudaron a convertirme enseguida en un auténtico refuerzo para el equipo. Hasta el punto de que los niños y niñas empezaron a llamarme «Papá Paul».
Del jardín de infancia, me llamó la atención el hecho de que a los niños y niñas no solo se les enseñe mediante explicaciones teóricas, sino también mediante ejemplificaciones prácticas. Además, se les lee mucho. En Togo casi siempre faltan los medios para comprar material escolar, y a menudo también una metodología pedagógica.

Esto hizo que reflexionara más sobre mí mismo y mi país, y que empezara a darle vueltas a cómo mejorar el apoyo que brindamos a los niños y niñas mediante nuestra organización.
¡Grandes planes para SEDO-Togo!
Mi servicio de voluntariado me permitió entablar muchas conversaciones interesantes con personas de todo el mundo y conocer a fondo cómo se educa y enseña a los niños y niñas en Alemania. Esto hizo que reflexionara más sobre mí mismo y mi país, y que empezara a darle vueltas a cómo mejorar el apoyo que brindamos a los niños y niñas mediante nuestra organización.
Uno de mis principales objetivos es encontrar financiamiento para al menos un jardín de infancia bien equipado. Solo la clase alta togolesa puede permitirse llevar a sus hijos e hijas a las contadas guarderías y jardines de infancia privados que existen. Las demás familias se ven obligadas a buscar otra solución. Por este motivo, yo mismo tuve que ir con muy poca edad a la escuela de preescolar y, un año después, a la escuela de primaria

De iniciativa a organización reconocida.
Y de vuelta en Togo. Gracias a las experiencias acumuladas en la escuela infantil de Berlín, mi persona y mi labor con SEDO-Togo gozan de mucho más respeto. Y el trabajo continúa: he dado los pasos necesarios para registrar SEDO-Togo como asociación. De momento, trabajamos principalmente en la aldea de Agové, donde queremos mejorar el acceso a la educación primaria. Para algunos niños y niñas, hemos encontrado ya padrinos y madrinas que se hacen cargo de los gastos de escolarización. Actualmente, se está mantiendo una amistad por correspondencia entre una clase de una escuela de Berlín y una clase de la escuela de Agové.
Gracias a una donación de los alumnos y alumnas de Berlín, hemos podido implementar un proyecto de higiene. Pero tenemos muchas más ideas: nos gustaría construir nuevas aulas y una biblioteca, y financiar al mayor número de niños y niñas posible el acta de nacimiento requerida para obtener un título escolar oficial. En cualquier caso, le debo a mi servicio de voluntariado con weltwärts el que SEDO-Togo haya pasado de ser una iniciativa entre amigos a una organización reconocida en todo el país.